La culpa del botón compartir, o la burla como medio de «ayuda».

¿Es realmente un apoyo el viralizar contenidos de personas con problemas psiquiatricos/psicológicos, o de alguna adicción? Por ejemplo… todo mundo se tiene que tomar una foto con Monse; presumir que se es amigo de Monse y aquel que ose en criticarla, o criticar a quién ha buscado suscriptores en su canal subiéndola, merecerá nuestro más puro desprecio. A ver, antes que nada, criticar que hemos hecho a mucha gente famosa de mala manera no es una crítica hacia ellos, es una crítica hacia usted que se rié y los comparte, a usted que los ha hecho famosos o a usted que es quién sostiene el teléfono con que graban. – «Pero esto ha logrado que monse tenga ya una casa» – Pués tal vez, de la misma manera cómo la dignidad vendida le ha dado de comer a Sammy a cambio de un humor que se tambalea en la línea de lo que; a mi punto de vista, es moralmente aceptable. ¿No será que el pago en beneficio del burlado es la reivindicación del burlón? No sé, se me viene a la mente un componente tipo esas bromas callejeras a cámara oculta, en el cuál a las morras le suben la falda, le arrojan un pastel o le meten el susto de su vida y al final le dicen: «ahí está la cámara» y ya todo esto soluciona toda la escena, perdonando cualquier acción del bromista.

¿Es realmente un apoyo el viralizar contenidos de personas con problemas psiquiatricos/psicológicos, o de alguna adicción? Por ejemplo… todo mundo se tiene que tomar una foto con Monse; presumir que se es amigo de Monse y aquel que ose en criticarla, o criticar a quién ha buscado suscriptores en su canal subiéndola, merecerá nuestro más puro desprecio. A ver, antes que nada, criticar que hemos hecho a mucha gente famosa de mala manera no es una crítica hacia ellos, es una crítica hacia usted que se rié y los comparte, a usted que los ha hecho famosos o a usted que es quién sostiene el teléfono con que graban. – «Pero esto ha logrado que monse tenga ya una casa» – Pués tal vez, de la misma manera cómo la dignidad vendida le ha dado de comer a Sammy a cambio de un humor que se tambalea en la línea de lo que; a mi punto de vista, es moralmente aceptable. ¿No será que el pago en beneficio del burlado es la reivindicación del burlón? No sé, se me viene a la mente un componente tipo esas bromas callejeras a cámara oculta, en el cuál a las morras le suben la falda, le arrojan un pastel o le meten el susto de su vida y al final le dicen: «ahí está la cámara» y ya todo esto soluciona toda la escena, perdonando cualquier acción del bromista. Continuar leyendo «La culpa del botón compartir, o la burla como medio de «ayuda».»