–La bocanada de aire era necesaria, la superficie del agua oscurecida por la ausencia de luz se alejaba cada vez más, y es que la caída no avisó, el cuerpo tal costal de papas no estaba preparado para sentir cómo el piso desapareció, el ímpetu se llevaba «hacia arriba» ese trago de vida, de claridad; era el mismo que levantó inicialmente el estómago y ahora dejaba una estela de burbujas en su entrada en ese pozo angosto. Ninguna gota de luz entró después de romperle el espejo al agua, pero sí las rocas que se desprendieron a su paso por el estrecho pozo en el que había caído. Aunque ya dentro del agua la energía de estas se disipó en un sonido hueco, cómo si el mundo se quedara arriba de la superficie. Sólo para dar paso a esa urgencia, amover los pies, a sostener lo que esté al alcance ¿Qué es eso que se sintió al centro del pozo? El tubo de succión, metálico, fuerte como para salir de aquí.–
El día empezó normal, cómo cualquier otro sábado, con la creda del día anterior (la creda es ese estado entre la cruda y la peda, con dolores y síntomas propias de las dos etapas), pero el sábado tenía otro ingrediente la necesidad de terminar ese trabajo de hidráulica de canales abiertos, que obliga a activarse temprano. La tarea: el levantamiento y análisis de un arroyo, el aforo con las fórmulas de Manning, para lo cuál se necesita un arroyo recto de sección semi constante, no cualquier pedazo de arroyo sirve . El otro equipo va a tomar la misma ruta, el arroyo de la haciendita (para los chihuahuas capitalinos, allá atrás del nuevo campus de la URN, arroyo que después desembocará en la cantera y contribuirá a inundar el nefasto paso inferior de la cantera y periférico) así que a encontrar el mejor lugar.
La infortuna o, malamente mejor dicho, la»desafortunación» del día apenas empezaba. «Iremos en la tarde» -dictaba el güero en el teléfono – «es que tuve que venir a Delicias y yo creo que llego hasta después de las 4» -«pues iremos después de comer» – alegaba el Culi agradeciendo tener otros minutos más para mirar pa’ dentro y cargar pilas. «De todas formas habrá que recoger el equipo de topografía en la facultad antes de que cierren» – Sentenció Ronquillo con esa palabra precisa que mataba discusiones a la frase (perfecto, nace una tarea paralela que puede irse adelantándose mientras llega el medio de transporte). Este evento marcó el inicio de esos sacrificios que atrasan todo en cascada, y eso es en parte porque el diagrama de Grantt antes de ser analizado cumplía a rajatabla la ruta crítica, casi todo pendiente necesita de una tarea anterior realizada: levantarse, conseguir medio de transporte, ir a la facultad, buscar el lugar idóneo, hacer el trabajo,entregar el equipo y procesar los datos. O dicho con otras palabras… eso pasa por dejar todo al último y andar en montón.
Dioquis la levantada temprano se podría pensar, además ¿Quién chingados en su sano juicio va crudo adónde no hay ni una pinche sombra y más de 30 y tantos grados? (respuesta: nosotros, ese superpoder lo desarrollamos desde las clases de topografía de primer y segundo semestre…). El Vale y Ronquillo se ofrecieron para recoger el equipo de topografía de la facultad ¿El costo? El intercambio por el 6 de cerveza en pago, 8 pesos de cada uno para el camión y el esfuerzo de cargar el equipo de 30 Kg en el Ruta 1.
— No se sintió el piso, es decir el fondo ¿Qué serían? ¿10 metros de caída libre? ¿Pero cuántos para tocar fondo? ¿2? ¿8? ¿300? Considerando la aceleración de la gravedad cómo 9.81 m/s^2 nos faltaría conocer con exactitud el tiempo… no, espera, luego los cálculos. Lo único seguro, el deseo de salir. El cielo pardo de los últimos rayos del sol logra contrastar las siluetas de los demás que se asoman por la boca del pozo o noria, o lo que sea que se tragó a Encinas. ¡Cuidado CARAJO! … eso desborda piedras. —
Mientras el Culi seguía en estado vegetativo, Encinas en el papel proveedor del grupo tuvo la genial idea de esperar con unos montados mata-crudas. Si tan solo hubiera escuchado al universo y su segunda e inequívoca pista; el universo da señales de que la suerte sigue de antro o cruda… o sea lejos quiero decir, en otro lado¿La señal menos equívoca o más inequívoca (cómo guste llamarle)? Los burritos montados habían llegado sin verdura, la bandejita con el pepino picado, la cebolla morada y el pico de gallo se quedó en la barra de ensaladas. No existe señal preventiva del universo más fuerte que tal evento, no para los amantes de lacomida callejera y del taco de carne asada.
— Se alcanzan a apoyar los pies en la pared del pozo… entonces la técnica ninja de 3 apoyos para escalada vertical es la correcta, ambas manos en el tubo y ambas piernas en la pared y a subir como si de eso dependiera la vida… espera, de eso depende la vida. Lo bueno que los raspones con el shot de adrenalina ni se sienten. A aprovechar que se tiene ímpetu, el primer paso.–
«Mayito ya se reportó» – le dijo el Culi al abrirle la puerta de su depa a Encinas – «¿Ah sí? ¿Y que dijo el wey?» -«Qué lo esperemos un ratito (creo que no sabe que estamos esperando al Güero)» – «Le hubieras dicho» – Lo que este par no sabía era que Mayito no se había levantado en su casa, una muy buena señal podrán decir algunos… no, no del todo. Mayito se fue del antro con la que (que no sabía) era la novia de Ricardo, noticia que sería bomba allá por el siguiente Martes y que desencadenaría en el rompimiento de Ricardo y Alejandra,de la amistad de Ricardo y Mayito y de que «Una Mayiteada» fuera conocida por la acción de bajarle la novia a tu cuate en la peda, aunque suene a otra cosa… para las otras está Juanito (el gay del salón) y esas se llaman mayoteadas. El caso, esto de Mayito sería considerada la desfortuna número 3.
El retraso de todo cayó del cielo, excepto para Ronquillo y el Vale, que al llegar tarde a la facultad tuvieron que cargar con la última estación, la Sokkia… esa de casi 2 kilos más que las Topcon que había en la escuela; con el último tripié funcional, el más jodido que tenía la tuerca de ajuste que se salía (y por lo cuál había que poner especial atención al trasladar para no ir la a perder) y con una de las balizas con prisma más chafas que quedaban.
—
Mayito: Wey… ¡No mames! ¿Cómo estas?
Encinas: Vivo, raspado, no tiren piedras que me van a terminar de chingar.
Ronquillo: ¿No te quebraste nada? ¿Tiene agua esta madre? ¿No puedes agarrarte del tubo de succión?
El vale: ¿Que traes en el carro con que te saquemos?
Encinas: No creo, si (a huevo), no sé y no recuerdo… en ese orden a todo lo anterior.
El Culi: Ronquillo y yo vamos a pedir ayuda.
—
El Vale: Que a toda madre que compraron quesicarnes
Ronquillo: que pinche nombre tan mamón y falto de imaginación el de quesicarnes, gracias a mi general Villa se le llama «montados», cómo si fuera poco que en la división del norte se les ocurrió incluir queso asadero de Villa Ahumada a la tradicional carne asada Chihuahuense, mezcla servida «montada» en una tortilla de harina la Sierra Tarahumara, todo un combo deslavado, diluido e insultado por la puta y simple contracción de quesadilla con carne que nomás se le ocurre a los huevones de Jimenez pa’l sur, o a los gringos y sus simplezas al contraer todo.
El Vale: No seas mamón, montados tiene menos sentido ¿En qué vienen montados? ¿A ver? Si tuviera su monturita y sus pistolitas ahí si ya te la creo.
Ronquillo: Que pinche inculto eres… jajajaja, pero si estaría chingona.
El Culi: En Parral le dicen dobladas
El Vale: Tu te la comes doblada en todos lados y no decimos nada. JAJAJAJA…
El círculo estaba casi completo ya, comidos, despiertos y albureados… el equipo, cómo el guantelete de Thanos, esperaba la última gema, sólo faltaba el Güero y su camioneta. «Puta… se nos trozó la correa de la caja de la estación» – decía El Vale por detrás de la última mordida de montado de quesicarne que aún estaba en su boca; la señal divina número 4 abarcaba desde terminar con la pinche estación Leica hasta madrear la correa.
Las 4 del güero, las horas malpensados, nunca llegaron, o mejor dicho se hicieron las 5 y luego la cancelación,a este cabrón lo borraremos de la portada del trabajo porque podremos llegar tarde pero nunca no llegar(creo que lo dice lo equivalente al juramento hipocrático que tenemos en la facultad). Así que el auto encargado de acercarnos a la tarea, de fungir cómo el halcón milenario de la cuadrilla, no fue otro más que el Charles Bronson, propiedad del papá de Encinas (un Datsun 76 con la carrocería requemada por el sol como el cuero curtido del mentón de los machos chidos y patilludos de los 70, el carro fue nombrado en remembranza del cabrón que con un revolver podía liberar a todo el barrio de los cholos del Bronx, de aquel que algunos consideramos como el papá de Chuck Norris) carro que hasta ese momento no se había rajado. Luego de que El Culi, Isaac, Encinas, El Vale, Mayito, estación total descorretizada, baliza, tripié, libreta,cuaderno, un seis de cerveza, dos mochilas, clavos, bote de pintura, estacas y más.. se hicieran todos uno mismo, empaquetados en el Charles Bronson, autosardineados, cómo paquete de chocorroles con promoción de +1, de paquete de pilas AA con pilón… ; el caso, luego de que todos se subieron al carro… ahora sí, a buscar el dichoso arroyo, a romper la ola de desfortunios infortunados.
— Las manos mojadas recorren unos milímetros antes de detenerse del todo en el tubo, por lo que los primeros metros al salir del agua son los más difíciles para usar la fricción a favor; luego de eso, los otros metros lo son por lo adormecido de las manos. Más si estas en el 3er intento de salir, por favor no vuelvas a caerte. —
Luego de los primeros 3 kilómetros el único lugar apto era a un costado de la barda del nuevo campus de la URN… obviamente el otro equipo lo hicieron ahí y no queremos copiar nada. Dale más para adelante… así que metros adelante zaz… una piedra golpeo al Charles Bronson. Otros 3 Km, «we… creo que venimos ponchados » – «Es porque venimos un chingo en el carrito» – Dialogaban Encinas y El Vale. Casi 2 Km.después de los últimos 3… si era que venía ponchado el Charles Bronson (en alguna escena le daban unbalazo en un costado… antes de matar a 15 cholos que ascendían por las escaleras de emergencia del edificio, con un revolver de 6 balas… sin recargar ninguna vez, increíble, pues acá fue casi igual, o lo equivalente).
Mayito: «Pues yo creo que va a tener que ser en este tramo»
El Vale: «Que pendejos estamos, ¿Y si maquillamos la sección?»
Ronquillo: «Safo, es una hueva inventarse los puntos de todo un levantamiento… aquí mero, si cumple conSan Manning». – Llamarle San Manning fue una moda pasajera, afortunadamente, propia de los años 2000.San Pitágoras, San Transformada de Laplace… la costumbre se calmó cuando fue adoptada por los maistros ylos chavorrucos en los 2010. –
Encinas: «Ustedes vayan haciendo eso, El Culi y yo vamos cambiando la llanta…» – no terminaba de decir llanta para cuando se dio cuenta que no traía herramienta. Así que a caminar para pedir una llave cruz.
Curiosamente, el levantamiento topográfico salió a toda madre… curiosamente porque luego de la serie de eventos desafortunados – que no es la de Lemony Snicket – uno pensaría que el archivo no estaba guardándolos puntos, que la estación no traería pila, que algo pasaría. Al parecer, el universo no es tan culero en este cuento. El sol justo empezaba a dar señales de enfilarse sobre el horizonte. Encinas y El Culi no volvían aún.Pues a esperar.
— Las manos se sentían frías, por el esfuerzo, por la adrenalina, por la mojada… no manchen, se requiere descansar, pero si dejo de empujar voy a caer una vez más y ahora ya estoy más alto. «No me morí del chingazo, pero me voy a morir por huevón» – dialogaba internamente Encinas. —
Encinas: «¿Sabes…? el dado de pulgada con un trapo puede calzar en los birlos. ¿Le intentamos?¿Le seguimos caminando?»
El Culi: Vamos a regresar mejor, mira ya no tarda en hacerse noche.
Al volver, el cielo naranja cubría sus cabezas, existen tardes que pareciera haber iluminación artificial cómo si de paneles LED se tratase. El Vale había intentado quitar la llanta, pero sólo 1 birlo quiso girar, esto antes de conocer el super truco del trapo en el dado… al momento en el que se finalizó la totalidad de la tarea; la mayoría asoleados, post-crudos (no sé si exista el término pero de seguro reconoce el sentimiento), cansados y sucios; decidieron lavarse las manos en la pila de agua que se veía a unos 300 metros. Y esto sólo porque toda la tarde en ese lugar fue suficiente para aprenderse su ubicación. El Culi y el Vale acapararon el lado frontal de esta, luego Mayito cubrió el franco, Encinas al rodear la dejó de verse del horizonte… había escogido el lado la toma (por donde estaba la famosa bomba y el pozo). – No mames… por un instante creímos que estaba mamando este wey, pero al acercarse nos dimos cuenta que el pozo en el lado este, en la sombra semimetizaba con el tubo, todo esto y Encinas había sido tragado por la tierra. «Wey se cayó Encinas» – Comentó Mayito al aire y por un instante creímos que esto era puro pedo – «yo te esperaba ver con la cara llena de tierra y unos raspones en las rodillas» – Confesó Isaac en alguna ocasión.
— «Échale putazos, cabrón» – Acertaba El Vale en animarle – «No te rajes, ya te empiezo a ver». —
Al momento de la caída, de desapendejarse y darse cuenta que este wey no estaba jugando, el primer instinto hace pensar en una soga. Tal vez buscar en la casa que se veía en la colina y cuyas luces habían aclarado la existencia humana en ella. Era eso o el viejo sistema de dejar las luces prendidas para ahuyentar al chupacabras. Esta fue la primera opción para El Culi, así que a brincar el cerco y desear que no hubiera perro. Isaac por lo propio pensaba en usar el carro (cuyas llaves traía Encinas en la bolsa del pantalón, en el fondo del pozo) para buscar ayuda.
— «No mames… ya no puedo, me arden los brazos, las piernas» – «No sea rajado puto, ándale».
-Si, en casos de emergencia el ingeniero promedio insulta esperando que esto alinee los chacras del ánimo —
«Señor, buenas tardes… ¿Tendrá una cuerda para sacar a mi amigo del pozo?» – Fue la frase que recibió el velador de la casita del rancho, estas dichas por El Culi sin aire y agitado. – «¿Se cayó alguien en la noria?» <<«Ohhhhhh… NORIA, y yo de pendejo diciéndole pozo>> – Pensó sin externar nada El Culi. – «Pero ¿Que no vio el tubo de la bomba? ¿Qué andan haciendo en esa pila cercada?» – Todas estas preguntas cayeron en la cara del Culi que sostenía la expresión más culpablemente regañable. – «Después nos regaña señor ¿Que tan profunda es la noria?»
— » … un último esfuerzo» – El Vale se tiró de panza en la tierra, luego Mayito entendió la mecánica e hizo lo mismo. h menos un metro y medio; El Vale que tiene los brazos más largos que Mayito alcanzó a tocar el pelo enlodecido en aquel que es parido por la madre tierra. «.Luego lo más importante, ya lo pudo sostener por la playera, en ese momento Encinas supo que tenía que ayudarle por lo que con las piernas hizo por alzarse, al soltar el tubo… ahora si, los brazos de Mayito ayudaron y El Vale Terminó por sostener a este cabrón por las axilas. —
— En eso Isaac corrió a ayudar, seguido por el Culi y un señor de unos 40 y tantos años sosteniendo una lámpara y una soga. Encinas se arrastró para terminar de sacar los pies de la boca del pozo. «No mames, no mames, no mames, no mames, no mames» – Se quiso levantar apoyado en El Culi e Isaac… y en el primer paso sólo pudo descubrir dos cosas, la ausencia de su zapato izquierdo y la fractura de tibia y peroné de también su pierna izquierda. – «Señor, le encargo el zapato si sale del pozo.»
La adrenalina es cabrona… pero la hueva y falta de lagartijas no son rival débil. El siguiente obstáculo fue tener que hacer válidos los justificantes médicos para – increíblemente – no reprobar por faltas aquella materia de 7mo semestre, con la Ing. Guadalupe Estrada y su práctica de la utilización de Manning para el aforo de canales abiertos. Y es que si perteneces al grupo en el que nada es demasiado serio para no bromear, cuándo te preguntan por tu compañero y respondes «se cayó en un pozo» difícilmente serás tomado en serio.Basado en una, y algunas más, historias reales… increíblemente el nombre de Encinas, Guadalupe Estrada, El Culi (Ulises Carrillo Daher), Isaac Ronquillo, El Vale (Valentín Salazar), Mario «Mayito» Madrid y Charles Bronson no han sido cambiados en lo más mínimo. Los participantes y las circunstancias pueden no ser 100%fieles a la historia real pero definitivamente nada de lo aquí expuesto está basado en la ficción.
Edgar «El Shegar» Ríos
Créditos Imagen de Cabecera: Oscar Jímenez – Pinterest